
Vídeo: Epilepsia En Gatos

2023 Autor: Molly Page | [email protected]. Última modificación: 2023-05-24 12:33
La epilepsia es un trastorno funcional del cerebro caracterizado por convulsiones, generalmente de corta duración, una condición bastante común en animales pequeños, incluidos los gatos. Las convulsiones pueden ser causadas por cualquier motivo que interfiera con la actividad normal del cerebro.
Las convulsiones se dividen en dos categorías: epilepsia verdadera (idiopática) y falsa (sintomática). En la epilepsia verdadera, la causa de las convulsiones es difícil de determinar y puede haber un trastorno genético congénito del cerebro que causa convulsiones. La epilepsia falsa es un síndrome adquirido, las convulsiones pueden ser un síntoma de otra enfermedad, y si esta enfermedad se identifica y trata, las convulsiones deben detenerse.
La convulsión está precedida por un período de comportamiento inusual: mirada fija, desorientación y otros signos. A veces, los dueños de gatos ni siquiera los notan, en otros casos esta fase de aura de la enfermedad dura de cinco a diez minutos y permite que el dueño del gato se prepare para una convulsión: asegúrese de que el gato esté en un lugar seguro, por ejemplo, en el suelo.
Durante un ataque, los animales caen, pierden el conocimiento, sus patas se estiran y se ponen rígidas, la respiración se detiene. Esta fase no dura mucho (10-30 seg.) Y es reemplazada por movimientos convulsivos de las patas, similares a correr o nadar. Las mandíbulas suelen moverse como si masticaran.

Durante la rigidez o las convulsiones, las pupilas se dilatan, la saliva fluye, la orina y las heces involuntarias se excretan y, al final de la convulsión, el pelaje se levanta.
Después de una convulsión, el animal puede volver a la normalidad después de unos segundos o minutos y, a veces, puede permanecer inmóvil, letárgico, confundido, desorientado o ciego durante varios minutos a varias horas.
La experiencia reciente muestra que todos los animales son potencialmente epilépticos. La razón puede ser alteraciones metabólicas, efectos eléctricos o médicos, pero el umbral de resistencia en diferentes animales es muy diferente. Si un gato muestra signos de epilepsia a una edad temprana, lo más probable es que tenga epilepsia congénita y, en gatos mayores, epilepsia adquirida (el resultado de una lesión o enfermedad).
En general, cualquier enfermedad infecciosa que afecte al sistema nervioso central puede provocar convulsiones. ¿Cuáles son las causas subyacentes de la epilepsia? Leucemia, encefalopatía isquémica, meningitis bacteriana, disfunción metabólica, alimentación inadecuada (por ejemplo, un pescado crudo) o ayuno prolongado, varios tipos de toxinas. La epilepsia puede ser el primer signo de cáncer de cerebro y otras enfermedades cerebrales. Finalmente, las lesiones en la cabeza también pueden ser la causa de la epilepsia. La enfermedad puede comenzar inmediatamente después de un accidente o puede manifestarse en semanas, meses, años.
Si un gato joven tiene convulsiones no más de una vez al año, no es necesario que tome su tratamiento, la enfermedad no amenaza su vida y debe limitarse a monitorear a dicho animal. Si las convulsiones ocurren con más frecuencia que una vez al mes, es necesario un tratamiento terapéutico. Los anticonvulsivos deben usarse con precaución, ya que si el gato no recibe la medicación habitual en uno o dos días, las convulsiones volverán a aparecer e incluso pueden volverse más graves. El éxito del tratamiento depende en gran medida del cuidado adecuado en el hogar de los animales enfermos, lo que ayudará a reducir la frecuencia de las convulsiones, acortar su duración y facilitar su curso con efectos secundarios mínimos.